Una grave brecha de seguridad ha comprometido los datos de más de 800.000 vehículos de las marcas Volkswagen, Audi, Seat y Skoda. Según el diario alemán Spiegel, la información expuesta incluye detalles sensibles relacionados con el posicionamiento GPS de los conductores, lo que ha permitido identificar los lugares visitados por los automóviles, las horas exactas y la duración de los estacionamientos.
La raíz del problema se encuentra en una actualización remota de los sistemas llevada a cabo el verano pasado. Esta actualización tenía como objetivo recopilar datos sobre la conducción para mejorar la experiencia del cliente, subiendo la información a la nube. Sin embargo, un fallo en la configuración del software permitió el acceso no autorizado a datos que debieron estar protegidos. Esta vulnerabilidad se originó en la división de software Cariad, responsable de desarrollar las plataformas digitales del grupo automotriz.
Además del GPS, Spiegel señala que los modelos Audi y Skoda afectados presentaron imprecisiones de hasta 10 kilómetros en los datos de localización, mientras que los vehículos Volkswagen mostraron una precisión menor, con apenas 10 centímetros de margen de error. También se especula que podría haberse accedido a información adicional, como el estado de las baterías de los automóviles y registros sobre si estos habían pasado revisiones en centros oficiales. Sin embargo, se confirma que no se expusieron contraseñas ni datos bancarios.
El Chaos Computer Club, una organización alemana especializada en ciberseguridad, ha informado que Cariad ya ha corregido el error que originó la filtración. Según declaraciones recogidas por la agencia Europa Press, el grupo Volkswagen ha actuado de manera inmediata para solucionar esta brecha de seguridad. Cariad reconoce que el problema surgió debido a una configuración incorrecta que dejó datos sensibles accesibles sin las protecciones necesarias.
La brecha ha afectado a usuarios en toda Europa, incluyendo políticos, agentes de policía, empresarios y empleados de los servicios de inteligencia alemanes, según detalla Spiegel. Aunque Volkswagen asegura que el incidente ha sido resuelto, este caso pone de manifiesto los riesgos asociados con la digitalización y la recopilación masiva de datos en la industria automotriz.
La rápida respuesta de Volkswagen y la rectificación del error subrayan la importancia de mantener medidas de seguridad estrictas en un entorno donde la conectividad de los vehículos juega un papel cada vez más crucial en la experiencia del cliente.